En los últimos días he estado platicando con muchas personas acerca de la crisis del #CODVID19 y TODO lo que está pasando, lo que se está haciendo y sobre todo, lo que NO. La gran mayoría de los actores internacionales, países y líderes de todo el orbe están reaccionando, y eso no les permite ver hacia adelante, para planear.
Las cosas que antes pensábamos ciertas, ya no lo son más. Como escribió @bbvaResearch en su nota, en este momento es intrascendente hablar de metas fiscales o incluso de control de la inflación. Este es un momento histórico. El mundo está cambiando frente a nuestros ojos, lo queramos ver o no. Miles de personas ya están muriendo por el CODVID-19, decenas de miles más quizá lo harán. En este reordenamiento mundial, vamos a tener muchísima más oferta de todo en todas las áreas de la vida, y lo que pasó, con esas muertes, es que la demanda se destruyó. Hoy, y en los meses por venir, tenemos un exceso de capacidad instalada en casi cualquier área de la vida.
Hace unas horas escuchaba a Andrew Coumo, Gobernador de Nueva York, hablar de nacionalizar industrias, algo impensable para los capitalistas o para algún liberal, pero este no es un tiempo común u ordinario. En este momento no necesitamos perfumes, necesitamos gel anti-bacterial. En este momento no necesitamos mascadas, necesitamos cubrebocas. En este momento no necesitamos turismo, necesitamos manufactura.
Y eso me lleva a una idea, quizá bastante loca, pero creo que tiene dentro algo muy importante: ¿Por qué no se aprovecha ese exceso de demanda para enfrentar esta crisis? Siguiendo con mi ejemplo anterior, ¿Por qué no, en lugar de autos, aprovechamos nuestra potencia en armadoras de autos para producir respiradores, ventiladores para los casos más graves? Quizá no sean las armadoras de autos, quizá sea en la fabricación y ensamblaje de lavadoras, no estoy seguro cuál sea la industria más próxima o semejante. Aquí es donde la gente que sabe de manufactura podría aportar muchísimo. Si es necesario, traer materiales y equipos de otros lados, es imperativo aprovechar que México es parte vital de cadenas de suministro globales, de ahí mi pregunta en redes sociales.
Los costos sinceramente creo que no importan, y con buena coordinación internacional, se puede enfrentar todo el retrofitting de esas plantas armadoras. Para dar un ejemplo, si una planta NUEVA de autos cuesta $700 millones de dólares (Toyota en Apaseo El Grande, GTO), adaptar una planta tendría que estar por debajo de ello. Los costos son mínimos si consideramos que EUA estaría pensando inyectar, $1,200,000 millones de dólares (si, eso es un trillón de dólares, ¾ de la economía mexicana) para reactivar su economía. Y si retomamos el liderazgo internacional que México ha perdido, no dudo que varios países estarían dispuestos a ayudar con la cuenta.
Ojo, esta idea no plantea que sea TODA la planta productiva, sino ver cuál es la mejor posicionada para hacer esa adaptación. Tome el ejemplo de las armadoras automotrices porque es donde tenemos una gran capacidad instalada, pero quizá sea las de ensamblaje de lavadoras. Es posible que la industria del vidrio pudiera poner de su parte también. Por eso pido que cada uno contribuya con su conocimiento e ideas.
Hay un problema en los tiempos: esos ventiladores se necesitaban ayer en muchos lugares del mundo, desde China, Italia, España. Es necesario apreciar que este virus vino en olas; primero fue la asiática, luego la europea, y empieza la americana. No hay mucho tiempo.
Agradezco a muchos amigos por ayudarme a redondear la idea. Varios han hecho énfasis acerca de que no hay que sobrerreaccionar, pues se puede afectar de forma irreversible a una parte del sector manufacturero por una emergencia que puede ser de un año o dos. Es necesario calibrar la respuesta de forma urgente, pero siempre pensando que es temporal, no permanente. Creo que tiene razón y que eso debe tomarse en consideración. Toda esta idea es, en todo caso, un esbozo para ver qué puede hacer México de forma proactiva, en lugar de quedarse viendo, paralizado por la inacción gubernamental que se puede hacer por el país y el mundo en general.
Managing Director | GMEC
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